Piden la prisión preventiva para el policía acusado de haber asesinado a Luciano Olivera

Una fiscal pidió hoy la prisión preventiva para el policía bonaerense acusado de haber matado de un balazo al adolescente Luciano Olivera (16) el 10 de diciembre último, en la localidad balnearia de Miramar, al descartar que se haya tratado de un disparo accidental, informaron fuentes judiciales.

El pedido fue formulado por la fiscal Ana María Caro ante el juez de garantías 5, Gabriel Bombini, y recayó sobre Maximiliano Abel González, a quien le imputó el delito de «homicidio triplemente agravado por haber sido cometido por miembro de una fuerza de seguridad, mediante el empleo de armas de fuego y con alevosía», que prevé la pena de prisión perpetua.

En su pedido, la fiscal solicitó que el policía permanezca detenido por la expectativa de pena que tiene el delito que se le imputa y por el peligro de entorpecimiento para la investigación que puede existir si el imputado sale en libertad.

La representante del Ministerio Público determinó que «existen indicios que el imputado en libertad intentaría fugar y de esta forma eludir la acción de la justicia atento el monto de pena prevista para el delito que se le atribuye, sumado a la circunstancia que resulta ser efectivo policial, pudiendo en libertad contar con recursos para sustraerse a la investigación o entorpecer la misma».

En la presentación de 32 páginas a la que Télam tuvo acceso, la fiscal Caro, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada de General Alvarado, dio por acreditado a través de diversos testimonios y pericias que el hecho ocurrió el viernes 10 de diciembre de 2021, alrededor de las 3 de la madrugada.

«Personal policial perteneciente al Comando de Patrullas de Miramar se encontraba realizando tareas de prevención de delitos en la vía pública y fue convocado por radio llamada porque habría música alta en el anfiteatro de la plaza céntrica delimitada por calles 21, 24, 23 y 26 de Miramar», relató.

En esas circunstancias, un móvil policial comenzó el seguimiento de una moto marca Yamaha YBR 125, conducido por Luciano hasta la intersección de avenida 9 entre calles 34 y 32 de Miramar.

Allí, «Luciano Olivera se encuentra de frente con otro móvil policial siendo una pick up Toyota Hilux, que se incorporó a la interceptación» de la víctima.

El patrullero frenó «bruscamente sobre la avenida 9 en dirección al mar, al observar al joven en el motovehículo sobre la Avenida 9 en sentido contrario y en dirección hacia Av. 40, descendiendo tres efectivos policiales en el lugar y quedando una cuarta efectivo dentro del móvil, quienes habrían dado la voz de alto».

Según la fiscalía, «el Oficial de Policía Maximiliano Abel González, quien había descendido del lado izquierdo trasero del aludido móvil policial, y actuando sobre seguro, con claras intenciones de darle muerte – toda vez que el joven Olivera, no poseía elemento alguno que pudiera poner en riesgo inminente la vida del personal policial actuante ni de terceros -,extrajo su arma reglamentaria pistola marca Bersa calibre 9 milímetros – que contaba con 14 municiones-.

El acusado efectuó un disparo «en forma sorpresiva contra la humanidad de Luciano Olivera», quien no pudo conocer su «acción intempestiva a los fines de ponerse a resguardo, pues conducía el motovehículo y el mismo se encontraba aún en movimiento a una distancia mayor a un metro, desde donde se encontraba González y los demás efectivos».

«Continuando su derrotero el motovehículo por la inercia en línea recta unos metros más embistiendo al Oficial González, ya sin voluntad por parte del joven Olivera quien había recibido el disparo impactando el mismo en la zona toraco-abdominal, con orificio de entrada y salida, atravesando órganos vitales», añadió la fiscal.

Las pericias determinaron que «el arma posee un funcionamiento normal en todos sus mecanismos, en particular los seguros que presenta, tanto el manual, denominado decocker y el automático consistente en seguro de aguja percutora, no registrándose disparo de manera accidental o no deseado durante las pruebas».

«Se estableció que las fuerzas de tracción en la cola del disparador en simple como en doble accionamiento estarían en los valores estándares, descartándose de esta manera la posibilidad de un disparo accidental por parte del imputado González», explicó.

Hace dos días, el oficial inspector Nelson Armando Albornoz, y los sargentos Rocío Mastrángelo y Kevin Guerricagoitia, que acompañaban al sindicado autor material en el patrullero, fueron detenidos por pedido de la fiscal que investiga el caso al imputarles el delito de «encubrimiento doblemente agravado y falso testimonio».

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